El equipo de Pilar Dalbat descubre esta fórmula de trabajo gracias a la intervención llevada a cabo en la muralla nazarí de Granada; incompleta, históricamente fracturada y magistralmente recuperada en 2006 aplicando este concepto.

La colección completa el trabajo de los últimos años buscando esos huecos para proponer prendas y siluetas siguiendo la línea de trabajo que ha construido su ADN. Pilar y su equipo añaden volúmenes contenidos que buscan generar armonía. Interpretan buscando sus raíces en su entorno más cercano, sin reproducir los elementos más inmediatos del imaginario de la moda de autor andaluza, facilitando la lectura de su propuesta y completando así vacíos.

El barómetro de color, definido por el lugar y sus elementos patrimoniales da lugar a la abstracción del verde lima, grises, arenas, aguamarina y crudos.

La colección, compuesta por 32 looks, contiene líneas que combinan tejidos de gazar de lino desflecados con tules de glitter, plisados y tafetas creando nuevas siluetas.

Tejidos metalizados, presentes en los diseños de cada colección, vuelven a aparecer esta vez en las diferentes texturas y tejidos.
Capas tricolores, gran clásico de la marca, reaparecen con transparencias y nuevas texturas componiendo la parte más primaveral de la colección.

El verde lima en tafetas, crepes y fantasía da paso a prendas versátiles y fluidas. Pilar se reafirma una vez más en una manera de hacer colecciones de moda lenta, defendiendo la moda de autor y el 100% made in Spain.

Las prendas de noche apuestan por el brillo, las transparencias y los plisados. Vestidos, chalecos y faldas que acompañadas de bordados con metacrilatos y cuentas de cristal combinan con tops sedosos y de neopreno.

Pilar Dalbat ha trabajado en esta colección recuperando los espacios arquitectónicos como inspiración y fuente de recursos para la concepción de piezas realizadas artesanalmente en su taller situado en el corazón de Granada.